viernes, 1 de febrero de 2008

Carta a doña Amalia


Como ya conocen los oyentes habituales de este programa, doña Amalia, esposa de don Amancio Vespertino, el antólogo de la literatura murciana relegada al ostracismo, exigió de este licenciado la presentación de un documento de disculpa, en forma de carta, de la que debía dar cuenta pública en el primer programa del año. Esta petición firme se debe al menoscabo de su honor que doña Amalia aprecia en algunas de las reseñas biográficas, especialmente de las pocas escritoras de las que hemos dado cuenta, que ponían en relación más que literaria a las susodichas con don Amancio. El no cumplimiento de esta demanda conllevaría, me informó doña Amalia, la negativa al acceso al archivo de don Amancio y a los extraordinarios documentos que allí se recogen.

Pues bien. Este licenciado ha decidido hacer público lo siguiente:

1· Que ningún estudioso digno puede dejar de lado las informaciones que a sus manos llegan, de modo que no es ilícito sino conveniente dar cuenta de los datos que en los documentos se recogen. No tiene derecho doña Amalia, por muy consorte de don Amancio, a negar al público general el conocimiento del legado de don Amancio. Si ella interpreta como algo más que pasión literaria la pasión que entre don Amancio y sus antologazas alguna pieza trasluce, allá doña Amalia. Que inquietudes forja la pasión y también ella las conoce. No me haga hablar aquí de sus cruces con Palmiro y sus dulces reyertas, dice ella que literarias, con Luis Seoane. Si hubo más que letras entre don Amancio y niña Beatriz, si alguna aliteración fue más sonora con Ginesa de la Zaga, si alguna metátesis se hizo carne con Lorena del Mar, son cuitas que no competen a estos licenciados, más allá de su reflejo literario. Pida desmentidos usted a los programas del corazón, que aquí no estamos para esas brevas.

2· Y al chantaje vamos. Quédese usted con sus archivos si esa es su voluntad, pero sepa bien que no fue la de don Amancio. Y documento escrito tengo de ello, y de su mano ahora lo tengo en mi mano. La cultura murciana y la de la nación toda en cuenta se lo tendrá. Pero guárdese de seguir por los derroteros q ue ahora va. Deje de encargar libelos contra este programa y contra este licenciado, en particular. Deje de enviar correos por eso que usted llama linternet a la dirección de la cadena y del programa. Y sobre todo, deje usted de propalar el infundió de que es falsa esta antología, de que usted no se desposo con don Amancio, de que jamás lo conoció. Deje usted de negar la existencia del archivo y, sobre todo, no lo destruya. La podría comprender. Destruye usted las pruebas de la pasión desviada de don Amancio hacia otras pieles, bien, pero nada gana con ello. Y en fin, le ruego que retire ese blog que ha abierto en el que intenta desprestigiarnos con relatos infundados sobre nuestros avatares biográficos. Nada mermara nuestro trabajo, a don Amancio y su legado nos debemos. Váyase usted con sus monsergas a la….. tienda.